Cuando tienes los recursos, el talento y a los mejores actores, es muy difícil hacer una mala película.
Hay muchos detractores en la carrera cinematográfica de Christopher Nolan, pero también hay una gran cantidad de amantes, y es que Nolan no es un director cualquiera. Es difícil encontrar un término medio en sus películas, es por ello que sus espectadores tampoco lo tienen. Existen los que aman a Christopher Nolan y los que lo odian.
Interstellar, un viaje a través del espacio-tiempo, una aventura trepidante en el espacio, viajando a través de agujeros de gusano y poniendo a prueba la relatividad. Una mezcla entre pura ciencia y ciencia-ficción, una historia humana con efectos especiales. Interstellar, una película que sólo puede salir de una mente tan compleja como la de Christopher Nolan.
Ya estamos acostumbrados a entrar en la sala de cine sin saber qué nos vamos a encontrar cuando se trata de una película de Nolan. El director de maravillas tan complejas como Memento u Origen, vuelve a hacerlo con Interstellar. Vuelve a hacer al espectador pensar, sacar conclusiones y sobre todo, disfrutar. Grandes efectos especiales, actores inmejorables y una gran historia, factores indispensables para que una película triunfe. Interstellar tiene todas éstas, y además está acompañada por una escenografía muy potente que redondea la historia.
Es una película larga, son casi tres horas las que dura el film protagonizado por Matthew McConaughey. Pienso que se podía haber hecho en menos tiempo, pero tampoco se hace aburrida ni larga en ningún momento, por lo que no puedo criticar su duración.