Nuestros amantes va de menos a más. Al principio, parece una película sobreactuada con un guión demasiado fantasioso. Sin embargo, al poco tiempo la propia historia explica que eso era lo que se pretendía. Un juego de amor entre una mujer (Michelle Jenner) y un hombre (Eduardo Noriega) dolidos sentimentalmente constituye la trama de esta película, una historia romántica con un guión impecable.
Michelle Jenner y Eduardo Noriega tienen una química tremenda que traspasa la pantalla. Unos diálogos largos muy bien construidos y con grandes dosis de humor son el eje de esta película, en la que el aire novelesco inunda la pantalla. Nuestros amantes carga su peso en un guión bastante cerrado y literario, a veces incluso con música de fondo, interpretado casi como si de una obra de teatro se tratase.
Las innumerables referencias literarias y la banda sonora, creada por Bunbury, enriquecen la película. Uno de los puntos fuertes del film es el reencuentro, tras Abre los ojos, de Noriega y Fele Martínez, que siguen formando un gran dúo.
La historia que cuenta Nuestros amantes no es nada nuevo que no se haya visto antes, pero lo que la diferencia del resto es la forma en la que se cuenta. La estructura está basada en diálogos, algunos bastante largos, y es muy difícil hacer que ésto sea atractivo en una película. Miguel Ángel Lamata consigue entretener y emocionar.