La sensación que transmite La próxima piel es la de haber visto una película larga que se pierde en una trama lenta y olvida mostrar lo importante. La película de Isaki Lacuesta e Isa Campo parte de una premisa interesante, que recuerda, salvando las distancias, a El intercambio (2008), pero a pesar de que tiene cosas buenas, no consigue conectar por completo.
La trama comienza lenta y confusa, con unos personajes poco naturales en situaciones poco creíbles. A fin de cuentas, es ficción, por lo que esto no es reprochable, pero a veces se agradece la búsqueda de esa verosimilitud. A pesar de todo, los actores, encabezados por Álex Monner y Emma Suárez, hacen un trabajo excelente.
La trama es interesante, y se cuenta con una profundidad asombrosa, pero da la sensación de que en la película no se aprovecha el tiempo que se tiene. En primer lugar, parece que la historia podría contarse en menos de lo que dura la película, pero por otra parte, parece que ésta se acaba cuando va a empezar la trama de verdad, dejando al espectador con ganas de más y con la sensación de haber visto poco.