José Sacristán

Quatretondeta

Quatretondeta

Quatretondeta es una película muy personal, muy de autor, un tipo de film que no captará a todos los públicos, pero tampoco lo pretende.

Pol Rodríguez debuta en el largo con esta película, que no parece una ópera prima, y un reparto digno de mención. El gran José Sacristán, que convierte en oro todo lo que toca, vuelve una vez más a merecer el aplauso con su protagonista de Quatretondeta, un viudo que quiere enterrar a su mujer en su pueblo y que tendrá que luchar contra la intención de la hija de ella (una estupenda Laia Marull), que quiere llevársela a París.

Esta comedia dramática utiliza el humor negro para hacer reír, y lo consigue a ratos. Tiene un tipo de humor complicado que no a todo el mundo puede enganchar, pero su narración y su punto cómico es bastante correcto.

Quatretondeta reflexiona sobre la importancia de la tierra de origen y la memoria, y son interesantes y emocionantes algunas partes de la trama, pero es una película que podría contarse en menos tiempo. El guión y los diálogos tienen muchas partes buenas, aunque no alcanzan a atrapar por completo al espectador, sobre todo una vez pasada la primera parte de la película, donde el ritmo va decayendo.

Calificación 3

Toro

Toro

Las grandes producciones españolas participadas por los principales grupos de comunicación del país siempre tienen un hándicap, la responsabilidad. Toro ha sido anunciada a bombo y platillo, lo que la ha hecho convertirse en una de las películas españolas más esperadas del año. La expectación era grande, el reparto inmejorable y el tráiler apuntaba maneras, pero todo ello jugó en contra del segundo largometraje de Kike Maíllo.

Mucha acción, violencia, persecuciones y un ambiente que recuerda a las películas sobre la mafia son los elementos destacados de Toro, una película en la que Mario Casas vuelve a plantarle cara a aquellos que siguen viendo en él al icono adolescente. Casas, que ya ha demostrado en múltiples ocasiones lo capacitado que está, tanto para el drama como para la comedia, hace un magnífico trabajo dando vida al personaje más complejo del film de Maíllo.

Toro tiene detalles dignos de destacar, un escenario ciudado y un cierre bastante bueno, pero se deja llevar por la acción y descuida mucho el guión. Predecible en muchas ocasiones, da la sensación de que la historia podría haberse contado en mucho menos tiempo, lo que haría que no resultase, a veces, algo larga.

Después de tocar la ciencia ficción de manera excelente en Eva, Kike Maíllo ha demostrado, en su corta trayectoria, ser un director capaz de abordar distintos géneros de forma muy correcta.

Calificación 3

Magical Girl

Magical Girl

Gratamente diferente y arriesgada, pero excesivamente personal.

Es bueno ver películas diferentes en el cine español, la valentía de directores y guionistas en los tiempos que corren es digno de admirar, pero hay veces que si esa valentía no se culmina con una película redonda, quizás no vale la pena.

Magical Girl tiene una gran fotografía, personajes intrigantes y un desarrollo que parece que va a ir a más constantemente, lo que te hace querer seguir delante de la pantalla. Se trata de una pieza muy intrigante, tan intrigante que llega a ser desesperante. Puedes pasar hora y media necesitando que te expliquen algo de la historia, hasta que te das cuenta de que eso no va a ocurrir.

Cualquier otro final diferente al que tiene podría haber hecho de ésta una película mejor, sin embargo, al querer hacer una película demasiado culta y diferente, Vermut se ha olvidado de aquellas personas que buscan una historia en el cine y que a lo mejor no tienen (tenemos) la capacidad para entender lo que quiere contar.

Dejar un final abierto puede tener gratas consecuencias, (no hay más que ver el caso de La Isla Mínima) pero hay que saber hacerlo, hay que saber darle al espectador algo para que éste desarrolle el final que más le guste, lo que no se puede es desarrollar una historia sin explicar absolutamente nada. En La Isla Mínima Alberto Rodríguez resuelve la trama de manera fantástica, pero deja una parte ligeramente abierta para que el espectador decida, y eso engrandece la película. Carlos Vermut, por el contrario, sólo consigue la desesperación del espectador.

Lo mejor de esta película está claro, el gran José Sacristán. Rara vez sale en pantalla sin hacer una gran interpretación. Bárbara Lennie hace un gran papel también, aunque no para tanto como se ha dicho. Viendo el Goya que ha ganado recientemente me parece que Macarena Gómez por Musarañas se lo merecía infinitamente más, incluso María León por Marsella. El otro gran punto fuerte del film de Vermut es la acertadísima banda sonora, protagonizada por esa «Niña de fuego» que tan bien refleja lo que el director quiere.

Calificación 2